Esta semana Santa fuimos mi pareja y yo a alojarnos y fue una experiencia increíble. Teresa y su hija son un encanto, y nos ayudaron a elegir lugares para ir a comer de buen precio y calidad. Se preocupan mucho por sus huéspedes y te dan un trato familiar que no encuentras en todos los sitios. Esa noche decidimos cenar allí y la comida que prepararon Teresa y su hija Sheila estaba estupenda, se notaba que todo era casero con ingredientes de Teruel! Nos alojamos en la habitación Verde Doncella que era perfecta para una pareja, estaba decorada con mobiliario antiguo pero de muy buena calidad, era preciosa. El balcón daba con vistas al río, un buen lugar para tomar el sol y disfrutar de las vistas. Sin duda volveremos a repetir!!!